A MAS VER...


Hace ya bastante tiempo, que me decidí a escribir este Blog. Los motivos son muy largos de contar,pero digamos que uno de los más importantes es que quería, ó pretendía dejar constancia escrita de mi yo interior. Puedo asegurar que más de un amigo que cree conocerme bien, alucinaría si llegara a leer alguna de las poesías que en este rincón de la web aparecen, pues para nada doy el tipo del típico poeta romántico, sensible y atormentado, más bien todo lo contrario.

   Pasado el tiempo, me encuentro con menos ganas cada vez de dejar unas líneas aquí. Son muchos los cambios que en este tiempo he afrontado, muchas las cosas aprendidas, y más de una completamente olvidada. Lo único que sé, es que en estos momentos mi yo interior se halla completamente vacío. En lo personal estoy pasando momentos tristes y difíciles, pero en otras ocasiones siempre encontré, como los pájaros que emigran a nuevos horizontes, el viento adecuado debajo de mis alas que me diera el impulso necesario para continuar volando, pero en esta ocasión ese viento no aparece. 

   La tormenta sigue arreciando y yo estoy cansado ya, admitiendo mi derrota. Supongo que todo pasará, pero en estos momentos no encuentro destino donde empezar de nuevo mi nido, pero es que tampoco encuentro ganas, ni motivos para construirlo. Seguramente. como me ocurrió en otros malos momentos, mis pasos me lleven de nuevo al Faedo, el bosque mágico de mi tierra donde habita "Fagu", ese halla centenaria y enorme, a la que te abrazas y es capaz de transmitirte toda la energía y la fuerza indomable de la naturaleza.



De momento he decidido tomarme un tiempo, encontrarme a mi mismo, y tratar de no perder los ánimos ni la alegría de vivir para seguir contando estas cosas de mi mundo, para mi mismo y para cualquier otro que quiera leerme.

  Así que, como decía al principio de estas letras . "A más ver... mis queridos y desconocidos lectores.
A más ver . . .


" Nunca dejaré de buscar, ese lugar, donde los pájaros de mi cabeza quieran descansar. "




3 Comentarios

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  1. Me dejo caer desde el blog de Inma y leo que te vas o algo así? Tu blog me ha parecido muy ameno e interesante (llevo un buen rato curioseandolo y mas ratitos estare...)
    Sea como sea, un saludo!!

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  2. Hola, pues muchas gracias "Avernolandia", yo también conocía tu blog, (también gracias al blog de Inma) , y también me ha gustado bastante.

    Mas que irme me tomo un "descansito". Me encuentro un tanto bajo de ánimos, y antes de empezar a rellenar estas páginas con post sin sustancia, prefiero "cargar las pilas" y volver a escribir cuando tenga ganas y motivación para escribir.

    Además de eso, empecé otro blog sobre informática,
    sobre GNU-Linux concretamente, y ese proyecto ocupa la mayoría de mi ahora escaso tiempo.

    Pero tengo pensado volver, y contar mis cosas como siempre, porque para mi es una necesidad. Muchas gracias por ser uno de esos desconocidos y amables lectores.

    Un saludo.

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  3. ¡Gracias por el comentario! , mi querida "Zum-Bada" , jejeje. Amos a ver si soy capaz de cargar un poco las pilas, porque rellenar por rellenar no me apetece. De momento el próximo fin de semana me voy al Faedo. Seguramente lo vea todo de otro color, Fagu tiene un magnetismo especial... Es el ser vivo más antiguo que conozco, y al abrazarlo notas de verdad la vida que corre por ella, es una experiencia única...

    Leyenda de la bruja Haeda

    “Hace muchos años, cuando aún los hombres vivían al aire libre y los inviernos eran crudos y muy largos, vivía en el Faedo una bruja llamada Haeda. Tenía poderes sobrenaturales que le había otorgado el demonio que le advirtió que debía utilizarlos para hacer el mal, pues si no era así, se consumiría en tres días y desaparecería (…) Un día de duro invierno, Haeda estaba sentada (…) y vio a unos padres que no podían resguardar a sus hijos del frío. Usando sus poderes arrancó un montón de piedras de la montaña y las prendió fuego, se pusieron rojas y chispeantes (…) y duraron prendidas toda la noche, (…) los padres y sus hijos durmieron toda la noche calentitos. A la mañana siguiente vieron un montón de ceniza que no sabían de donde provenía. (…) Haeda les ayudó de igual manera al día siguiente, pero pensó que el invierno era muy largo y que tendría que hacer algo. (…) Juntó las últimas fuerzas que le quedaban e hizo que todas las montañas del valle se llenaran de piedras que se prendieran y dieran calor. Así vinieron muchas familias que fundaron un pueblo sobre las cenizas de Haeda y le llamaron Ciñera. Desde entonces ningún niño pasó frío por las noches. Se dice que la bruja buena se fue a morir al Faedo y dejó los mechones de pelo blanco entre las hayas. Ahora los niños de Ciñera van al Faedo de merienda y juegan bajo la protección de Haeda, que vela para que no falte nunca el carbón”

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