Ojalá la hubiera visto,
una última vez
antes de morir por dentro.
Quemarme de nuevo,
en el fuego secreto
que anida en su pecho.
El viento del sur se lleva,
las notas de mi cantar...
Por un segundo en sus brazos,
valió la pena pagar
una vida hecha pedazos
y cien años de soledad.