En un claro del bosque me perdí,
errante como un sueño.
La estrella de la tarde recuerdo
que brillaba alta en el cielo.
Ella partió, al país de las hadas,
hace ya bastante tiempo.
Pero más allá de la mar que nos separa,
puedo aún a veces escuchar en sueños,
el eco dulce de sus pasos,
en la arena gris de mi desierto.
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POEMAS