Entonces alguien se le acerca y le enseña un papel preguntándole por una dirección.
Se viste, busca la cartera en su bolso y sólo encuentra la documentación, ni un solo euro, ni la tarjeta de crédito, el personal del Motel le reclama el pago de la habitación , ¿que ha pasado? , ¿por qué se encuentra allí?.
Testimonios parecidos a este pueden leerse en los periódicos ó en paginas de Internet. Es la casuistica típica que se produce en los asaltos con burundanga, una droga de Sudamérica que supuestamente tiene la capacidad de robar la voluntad de las victimas.
Pero, ¿hay algo de cierto en esto?, ¿verdaderamente cualquier delincuente puede drogarnos con algo tan simple como tocar un papel, para robarnos después todo nuestro dinero e incluso violarnos sin oponer ninguna resistencia?.
Lo cierto es que la burundanga ó escopolamina existe, y es una planta procedente de Colombia, de la misma familia y parecidos efectos a los que tiene nuestra belladona, beleño ó amapola.
Es por tanto un anestésico potente, capaz de adormilarnos y permitir que un supuesto agresor nos ataque sin que podamos oponerle ninguna resistencia. Pero lo que hay que dejar muy claro es que no existe sustancia en el mundo capaz de producir un efecto tan fulminante con el simple contacto, como se dice que sucede con la burundanga.
También es una exageración afirmar que perdemos la voluntad, y que una vez intoxicados nos convertimos en una especie de autómatas dispuestos a hacer cualquier cosa que se nos ordene.
Lo que si es cierto es que hay delincuentes en Sudamérica que la utilizan, especialmente prostitutas que la suministran a sus clientes en la bebida para apoderarse de todo su dinero y tarjetas de crédito.
De este modo no corren riesgos, ya que rara vez la victima decide denunciar ante los problemas familiares que les puede suponer el que se conozca que son clientes de prostíbulos.
Planta de burundanga |
Y aunque para la policía europea este peligro no sea más que una leyenda urbana sin ningún fundamento, si que es conveniente adoptar unas mínimas medidas de prudencia y seguridad.
Como por ejemplo no aceptar comidas ó bebidas de desconocidos, pero teniendo muy claro que el afirmar que la burundanga es capaz de robarnos la voluntad es solamente una exageración.
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