He leído en el diario el anuncio que escribiste,
desde la cercana Asturias,cuatro datos remitiste.
Guapísima universitaria,soltera,de alto nivel,
busca hombre soltero y amable,universitario también.
No tengo tales estudios,tampoco tengo dineros,
amable,¡claro que sí!,¡y no digamos soltero!,
¡no me interpretes mal!,¡no pretendo convencerte!,
¡lo que buscas no soy yo!,¡te lo digo claramente!.
Es sólo la decepción,que me produce el saber,
las falsas causas que mueven tú corazón de mujer.
El dinero y la belleza son revisores de tren,
y cuando menos lo esperas te dejan en el arcén.
Ten en cuenta este consejo,como consejo de amigo,
llama sólo perdurable,a lo que siempre está contigo.
El amor no lo hallarás,exigiendo requisitos,
pues es la felicidad enemiga de eso mismo,
hay cosas que hay que mirar con unos ojos distintos,
y no todo el que mira ve,tú ya conoces el dicho.
Perdona la perorata,con esto ya me despido,
ten en cuenta mi consejo,este consejo de amigo.
No quisiera que me acuses de no querer dar la cara,
te mando mi dirección,si escribes alguna carta.
Avenida Perdedores,número sesenta y dos,
en el décimo tercer piso no funciona el ascensor,
como Máximo Fracaso mi madre me bautizó,
veinticuatro mil quince de la ciudad de León.
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