LA GRAN TORMENTA SOLAR,¿NOS AMENAZA?

Tormenta solar de gran magnitud en Marzo de 2012

Parece ser, (sólo hay que darse una vuelta por internet) , que hay muchas personas asustadas con la gran tormenta solar que dicen puede producirse en este año 2013. Después de las catastróficas profecías fallidas del 21 de Diciembre del año que se fue, los "estudiosos de lo paranormal" vaticinan grandes catástrofes provenientes del Sol para este año que acabamos de estrenar. El grado de fiabilidad de estos nuevos pronósticos es el mismo que tuvieron los precedentes, es decir, ninguno en absoluto. No hay posibilidad alguna de que nuestro planeta se abrase ó pierda de golpe la protección que nos brinda la capa de ozono, ni cosas parecidas que se leen por ahí.

   La mejor prueba de la exageración que supone este anunciado "apocalipsis solar" se encuentra en las tormentas que se han producido recientemente. Sin ir más lejos el 23 de Enero de 2012 se produjo la más fuerte de los últimos 10 años, y unos días más tarde el 27 una aún mayor, pero nada extraordinario sucedió. Sin embargo sería falso decir que las tormentas solares no tienen consecuencias, porque las tienen, y pueden llegar a ser muy graves si no se toman las medidas adecuadas.

Portadas de revistas esotéricas españolas

Por fortuna los medios tecnológicos de los que disponemos actualmente nos permiten protegernos con la suficiente antelación para que esos problemas se reduzcan al mínimo. La mayor debilidad de nuestro mundo, (la enorme dependencia que tenemos en nuestra vida diaria de las telecomunicaciones y la electricidad, que podrían verse seriamente afectadas en una gran tormenta solar como la que se prevee para este año) , constituye también nuestra gran fortaleza. Gracias a la tecnología el Sol se halla permanente "vigilado" por sondas como las del programa "Stereo" que recogen su actividad constantemente,incluso en su cara oculta.

   Programas de investigación absolutamente necesarios como el tan polémico HAARP, (según los "investigadores del misterio" un arma secreta para provocar cataclismos a voluntad en cualquier parte del planeta, (...???...) , contribuirán sin duda alguna a mejorar nuestros conocimientos y poder defendernos mejor ante los peligros del Cosmos, que no terminan solamente con las tormentas solares, como después veremos.

   No entiendo el por qué, pero a los "teóricos de la conspiración" les parece muy sospechoso que el ejército de los Estados Unidos sea uno de los principales inversores en HAARP.
   Este hecho les lleva a fantasear sobre el uso de la atmósfera como arma de destrucción masiva, la posibilidad  de provocar terremotos a la carta y demás bla bla bla típico al que nos tienen acostumbrados..

   Pero si utilizamos la lógica, resulta evidente que el interés del ejército norteamericano, se justifica fácilmente sin necesidad de acudir tan alegremente a la fantasía. ¿Quién si no los militares van a tener más interés en estudiar cualquier posibilidad de mejoras técnicas en áreas tan importantes para un ejército moderno como las telecomunicaciones, los sistemas de GPS, los satélites espía, los escudos anti-misiles etc etc?. Pero bueno...allá cada cual con sus paranoias...

Volviendo a lo nuestro, lo primero que hay que aclarar es que nadie sabe con certeza la magnitud exacta de la tormenta que se prevee para este año 2013. Lo cierto es que la actividad solar fue baja en los últimos años. El Sol se comporta como siempre lo hizo, en unos ciclos de 11 años de máximos y mínimos.

    Por lo tanto, el Sol viene ahora de un periodo de baja actividad y está comenzando a despertar, y cuando esto ocurre suele recuperar la acción de forma muy violenta, de ahí que los responsables avisen y den la alarma. Pero no es nada extraordinario, esto ya ocurrió bastantes veces en el pasado y aquí seguimos, en esta bola de roca vagando por el espacio.

   De hecho, el que nuestra estrella tenga tan poco movimiento también nos perjudica, gracias a las tormentas solares y las eyecciones de partículas de nuestro Sol contamos con la Heliosfera, una burbuja que abarca todo el Sistema Solar y nos protege de las radiaciones del resto del Universo. Se calcula que en los últimos años la cantidad de radiación que recibe la Tierra aumentó un 20 %, justo el porcentaje que se estima que encogió la Heliosfera debido a la poca actividad solar.

Pero si lo que queremos es considerar equitativamente los fenómenos que cuentan con mayores probabilidades de provocar un cataclismo a escala planetaria son muchos los candidatos que pueden acabar con la vida en nuestra Tierra.

   Los más conocido entre ellos, las colisiones de meteoritos y cometas. Pero hay amenazas más preocupantes como las supernovas ó hipernovas, explosiones de estrellas moribundas que de hallarse la Tierra en la trayectoria de su eje de rotación podrían verdaderamente achicharrarnos con su destello de rayos gamma.

   Hay  un sistema binario compuesto  de dos estrellas a punto de colisionar. Conocido como WR104 se encuentra a unos 8000 años luz de la Tierra. Las primeras mediciones parecían confirmar que la emisión de rayos gamma que se producirán cuando las dos estrellas colisionen apuntaban directamente hacia nosotros. Mediciones más exhaustivas parecen más tranquilizadoras, pero no podemos descartar que un evento de esta naturaleza llegue a suceder en el futuro.

Recreación de WR104 dos estrellas en una danza mortal a punto de colisionar y provocar una supernova

Ni siquiera podemos asegurar que el sistema Solar se mantenga como hasta ahora, tan inusualmente estable. En el pasado sabemos que las órbitas de Saturno y Neptuno eran mucho más cercanas al Sol. De hecho,estos planetas gigantes no pueden haberse formado donde están ahora mismo. Sabemos que estaban más cercanos a nosotros que Júpiter y que fueron despedidos hacia afuera.

   Esto podría llegar a suceder con Marte, incluso con Mercurio que podría  colisionar con la Tierra. Los científicos descubrieron incluso que nuestro sistema solar llegó a contar con un planeta gaseoso mucho más grande que Júpiter, que orbitaba muy cerca del Sol y que desapareció al colisionar con él en el pasado.

   Hasta las tormentas comunes tienen efectos inquietantes. Hasta hace no demasiado tiempo se conocía mejor la física y la mecánica de las estrellas de neutrones que la de los truenos, rayos y relámpagos que nos fastidian tantas tardes de verano. Los científicos se vieron sorprendidos al comprobar que muy poco antes de producirse un rayo se produce una emisión de rayos x y rayos gamma.

   Es decir, de las radiaciones más potentes y mortíferas que se conocen y que proceden del Universo. La sorpresa fue mayúscula al comprobar que nuestras comunes tormentas eléctricas se deben directamente a las radiaciones de las estrellas que mueren en la inmensidad del Cosmos.

Pero los efectos perniciosos de las tormentas corrientes no terminan aquí, los rayos son también altamente contaminantes pues producen ozono y oxido nítrico en proporciones considerables. En resumidas cuentas, y después de este breve repaso uno se da cuenta de que las tormentas solares son en realidad la menor de las amenazas posibles para la vida en nuestro planeta y seguramente de las más benignas a las que podamos enfrentarnos.

   De hecho las tormentas corrientes son más peligrosas y mortales. Sobre todo si uno tiene la mala suerte de que le caiga un rayo encima y le deje frito, algo que sucede muchas más veces  de lo que pensamos, y que jamás le sucedió a nadie con una tormenta solar por enorme que esta sea.

   No debemos olvidar que el Universo se parece a un tapete de billar con una gran cantidad de bolas en movimiento. Basta una carambola desafortunada, aunque se produzca en un lugar muy alejado de nosotros en la mesa de juego, para que nuestra bola caiga en la tronera y desaparezca de escena para siempre.

   La vida en sí es el mayor de los riesgos, cada día que salimos de casa hacia el trabajo, incluso si preferimos quedarnos en la cama, nos enfrentamos a múltiples desgracias que pueden sorprendernos, y no por eso vamos a amargarnos ó a perder la alegría y las ganas de disfrutar de los buenos momentos, ¿verdad?.

Sin lugar a dudas llegará el día en que nuestros hijos tendrán que plantearse muy seriamente mudarse de planeta si quieren seguir viviendo. Para entonces seguramente ya habremos colonizado los astros más cercanos, que nos proveerán de materias primas y alimentos que ya serán inviables de obtener ó cultivar en nuestra vieja y querida Tierra.

   Pero esto no será suficiente y tendremos que alcanzar las estrellas sin remedio. Quizás tengamos que viajar  a un planeta más grande, más frío, más caliente ó más pequeño. Lo único importante, es que la suerte en el billar del Universo, nos respete el tiempo suficiente para poder dar ese salto que nos lleve a vivir con otro Sol que el que ahora conocemos.