TOTEM

"Totem"-Óleo sobre lienzo

 Este, como casi todos, es uno de esos cuadros que mediante símbolos narra un suceso de mi vida.
La imagen es eminentemente sexual. El personaje principal es un Cuélebre, el dragón guardián de la mitología astur-leonesa y mi "Alter-ego".

  El cuélebre, nacía serpiente y con los años desarrollaba alas de murciélago. Solía vivir al lado de fuentes, bosques ó cuevas y guardaba a las Xanas, (hadas) ,ó bien un fabuloso tesoro.

   Se alimentaba de doncellas,que le solían ofrecer como tributo las aldeas más cercanas, a no ser que pudieran matarle, porque aunque era inmortal, la garganta era su punto débil. Cuando se hacía viejo se marchaba al fondo del mar, de donde no regresaba jamás.

   Este ser mitológico representa por tanto, el guardián de mi yo interior. Uno de sus ojos, representados en perspectiva cenital, (la herencia del cubismo,para mi es alargada) , es también una cerradura cuya llave se encuentra en primer plano de la escena. Ninguno de los personajes advierte la existencia de esta llave, ninguno tiene intención ni capacidad para acceder al mundo que se encuentra más allá de la fachada y de las engañosas apariencias.

Sin embargo, los dos personajes femeninos, (que comparten un único cuerpo) , permanecen expectantes ante el túnel que se abre en la zona genital del totem. Una de ellas manifiesta su deseo asomando levemente la lengua, la otra permanece impasible, observando la luz que se adivina al final, pero sin intención alguna de aventurarse y avanzar para descubrir lo que se encuentra al otro lado.

   Los personajes aparecen rodeados de una capa, que es en realidad un personaje más. El mundo, la sociedad en la que vivimos, que se afana en ocultar nuestros deseos más primarios e instintivos. Que  oculta nuestras vergüenzas con un velo tan tupido que parece que no existen. Pero existen, y son en realidad las que nos hacen, verdaderamente humanos.